El pasado mes de noviembre el estudio indie Snowcastle publicó Ikonei Island: An Earthlock Adventure como su nueva apuesta de juego cooperativo de gestión y aventura con toques RPG y por fin el equipo de GoMultiplayer os comparte sus impresiones. Ikonei Island es un juego enfocado a los más pequeños del hogar, viene siendo el tercer juego basado en el universo de Earthlock que esta inspirado en los primeros juegos de rol japoneses de Square, desarrollado por este estudio fundado en 2009 en Oslo.

Una adorable aventura

En este título tu huida de los malvados piratas ha provocado que te quedes a merced de una tormenta en alta mar, por suerte la Isla Ikonei ha salvado tu vida pero… 

Naufragamos en esta misteriosa isla y el espíritu de esta, Sariel nos informa que está siendo azotada por una devastadora tormenta, ya que los terribles piratas han vandalizado los santuarios que la protegían. Nos encomienda la misión de encontrar y restaurar los santuarios mientras hablamos con ranas que tendremos que colocar en monolitos que nos sirven como un tutorial mientras ayudamos a los distintos personajes que vamos encontrando por la isla, gestionamos nuestra base y adiestramos a los animales de habitan en esta isla para que nos ayuden en tareas que sin ayuda de estos serán imposibles para nuestros protagonistas.

Suena como si Stardew Valley y Rune Factory unieran fuerzas para crear un juego lleno de emociones y aventuras casual donde te divertirás horas conociendo y construyendo alrededor de la isla algo que en la superficie podría verse así pero en la ejecución muchas de las promesas hechas por el juego no las cumple.

Poco intuitivo

Las primeras horas nos divertimos mucho, te entregan un mundo “abierto” en el cual puedes ir y venir a tu gusto, hacer diferentes tareas que se te encomiendan en el orden que desees, pero luego comienzas a preguntarte… ¿Qué es lo que realmente debo de hacer y por donde empezar?

El problema de los objetivos es que no están claros, te envían a restaurar los santuarios pero, ¿cómo llego a ellos? ¿Qué camino debo de seguir para llegar al siguiente y desbloquear eso que necesito? ¿Cuáles son mis misiones para poder obtener alguna pista de estos o alcanzar uno en concreto? Te sientes un poco perdido.

Para ser un juego enfocado a un público infantil es muy poco intuitivo, hay muy pocas indicaciones de lo que se supone debes de hacer, los marcadores de piedra deberían de guiar al jugador a encontrar los santuarios, pero la mayoría de estos no te explican donde se encuentran los otros para avanzar en la historia y algo mas importante, no existen marcadores de misión algo que nos parece realmente importante para guiar visualmente al jugador hacia su próxima misión. 

Desgraciadamente cuando logras encontrar una actividad para hacer, esta se vuelve monótona y no permite al jugador engancharse al juego.

El tutorial de artesanía no es claro y a veces te piden mesas de creación de objetos que aún no tienes disponibles. No hay ni opción ni indicaciones de cómo o dónde conseguirlas. Se supone que en tu diario deberían de mostrarse los objetivos, mostrar al jugador qué puede crear y lo que aún no para luego mostrar dónde podría encontrarlo pero eso no pasa y para un niño pequeño que esté empezando en el mundo de los videojuegos esto puede a llegar a resultar frustrante.

Lo mismo pasa con los animales, no se explica el cómo te vinculas a ellos, que necesitas comida cada cierto tiempo, que debes bañarlos con la regadera para no mermar su felicidad, atenderlos para que estos no abandonen al jugador, etc. Todo esto debes aprenderlo por tu cuenta al vuelo, con lo que se hace tediosa la escala de aprendizaje, frustrando al jugador mientras presencia cómo su compañero pierde felicidad por que necesita un baño y tú no tienes ni idea. Por otro lado, cultivar no se siente satisfactorio, ya que debes recolectar semillas que son imposibles de obtener, polinizar las plantas vinculándote con una abeja que es otra mecánica que no se explica y cosecharlas.

Mecánicas a medias

A simple vista podría verse como un juego de gestión de base donde podrás cultivar y relajarte, el problema llega cuando además del tutorial no consigues semillas y tus plantas no han dejado ninguna, no puedes seguir plantando hasta que por suerte encuentres semillas o comprarlas, si es que en una de las tiendas que te ofrecen artículos al azar están disponibles y tengas las monedas suficientes. Esto provoca que la mecánica de cultivo quede en el olvido y se sienta innecesaria hasta que algún personaje te de la misión que necesita alguna cosecha.

En medio de partida puedes cambiar de personaje. Esto se siente un poco extraño e innecesario ya que no hay un propósito real en esto más allá de si te has aburrido del que controlas ahora o te sientes mal por haberlos dejado en la costa desde el principio de la partida, aunque si haces esto el nuevo personaje no tendrá tu inventario. Además, algo que nos pareció bastante raro fue cuando mueres y en vez de despertar en tu cama con tu personaje, lo que el juego hace es que “revivas” en el cuerpo del personaje que no hayas elegido y debas entrar en el menú y seleccionar la cara con el que estabas jugando y así aparecer con él y todos sus objetos.

No hay mecánica de construcción. Además de colocar las mesas de fabricación y cofres, tu base está predeterminada en un diseño y solo debes traer los materiales para que esta construya las diferentes secciones donde podrían vivir los personajes que vayas conociendo por la isla.

Ojo, no todo es malo. Una de las mecánicas que esenciales del título es la que permite que tus compañeros animales te ayuden a cruzar obstáculos y abrir caminos. Nos pareció la mecánica mas divertida del juego. Buscar mas compañeros, ya sea para polinizar tus plantas o romper rocas enormes, nos pareció ingenioso. Aunque, no siempre funcionaba. Nos pasó que debíamos talar un camino con el compañero de turno que, a pesar de tratar de adiestrarlo con todo tipo de comidas, materiales, minerales… ¡Este no se vinculaba! Intentamos de todo y el juego tampoco daba pistas para ayudarnos a conseguirlo y nos topamos con un muro insalvable. Pasamos horas intentándolo, hasta que llegamos a un punto en el cual nos cansamos del juego, ya que no podíamos avanzar ni hacer nada.

Los diferentes fallos arruinan la experiencia, como por ejemplo el de que al transformarte en tu mascota para luego salir rápidamente de ella provoque que ya no puedas acceder a los menús flotantes y no puedas hacer nada ni interactuar con nadie teniendo que cerrar y volver a abrir el juego.

Abarca mucho y no cumple con todo

No hemos hablado tanto de la historia, porque esta no tiene nada de emocionante. No hay peso en lo que estás haciendo y se siente más como una excusa para que el jugador cumpla las misiones. El combate se siente tosco y nada satisfactorio. No hay un verdadero desafío solo es oprimir un botón tantas veces hasta que ya no veas al enemigo. La sensación de progreso en el juego no existe, no hay un indicativo que muestre que te estás volviendo más fuerte o poderoso, ya que muy pocas veces utilizas tus herramientas, al ser tu compañero tu herramienta.

Conclusiones

Ikonei Island nos promete horas de diversión, una granja para divertirte con tus cultivos, una base que puedes personalizar, combates e historia intrépida y misiones entretenidas que podrás jugar con tus amigos. Desgraciadamente eso solo pasa en las primeras horas de juego. Este título ha querido ser tantos géneros que no cumple con ninguno. Pareciera un juego familiar enfocado en los más pequeños de la casa, pero siento que ya hay títulos de esa temática que sí cumplen con lo que prometen.

Es una pena, ya que el título prometía y, aunque en la tienda no se ofrezca un paquete para varios jugadores, el pase amigo implementado en el juego sirve para invitar a uno de tus amigos aunque este no haya comprado el juego, me parece muy útil para permitir probar la jugabilidad multijugador.