Esta semana ha sido la elegida para el lanzamiento de PayDay 2 en PC, Xbox 360 y PlayStation 3, la secuela del popular juego de acción cooperativa en la que Overkill da a los jugadores la posibilidad de ponerse en la piel de un delincuente y liarse a atracar bancos, robar información y meterse en mil negocios turbios. Algunos dirán que podría ser la salida de la crisis, aunque nosotros esperamos que se limite solo a una escenificación virtual. Sea como sea, PayDay 2 dará mucho que hablar gracias a su jugabilidad y planteamiento original que hará que ninguna partida sea igual que la anterior.
Como ya hemos dicho, en PayDay 2 nos pondremos en la piel de un delincuente, dentro de una banda criminal compuesta por cuatro individuos, a cada cual más peculiar. Bajo la tutela de un misterioso «jefe» tendremos que afrontar infinidad de misiones por toda la ciudad con las que enriquecernos. Para ello podremos escoger entre jugar solos junto a bots o bien hacerlo de forma online junto a amigos o desconocidos. Evidentemente, es en este punto donde más jugo le sacaremos a la jugabilidad. Ya que mientras la IA de los compañeros no está mal, se queda muy atrás de lo que podremos hacer si afrontamos las misiones de forma coordinada con otros jugadores.
Antes de nada, lo primero que nos ofrece PayDay 2 es visitar el Refugio. En esta casa franca es donde podremos practicar nuestras habilidades de tiro, apertura de cajas y puertas, revisar la contabilidad de nuestra fortuna, así como supervisar todo el armamento, equipo y máscaras que vayamos amasando. Según progresemos y aumentemos nuestras finanzas podremos acceder a comprar mejoras con las que darle nuestro toque personal al Refugio.
Hemos dicho que cuatro son los integrantes de nuestra banda criminal. Nosotros podremos escoger cual preferimos ser, pero tranquilos, la elección no es más que estética, pues lo único que cambiará es el nombre de nuestro personaje. Tendremos completa libertad en como personalizarlo según obtengamos experiencia y dinero a lo largo de nuestra carrera criminal. Para ello vamos a tener cuatro clases diferentes de personajes, cada uno con tres ramas de habilidades diferentes, con el nombre de Mente Maestra, Sicario, Técnico y Fantasma. Lo mejor es que escoger una de las clases no nos restringirá las otras, por lo que tendremos total libertad para configurar nuestro criminal a medida. Cada vez que subamos de nivel, obtendremos un punto de habilidad que podremos utilizar para adquirir una nueva aptitud. Luego cada aptitud tiene un total de tres niveles, aportando cada uno de ellos nuevas características y habilidades. Para acceder a cada nuevo nivel de habilidades tendremos que haber gastado un mínimo de puntos en esa clase.
Nuestras elecciones en cuanto a las habilidades marcarán nuestro estilo de juego, desde el que sea más adecuado para la confrontación directa, hasta el que prime el sigilo y el subterfugio, pasando por el control de masas para mantener a raya tanto a los civiles como a los policias. Y aquí entra uno de los puntos fuertes de PayDay 2 al ofrecer múltiples opciones para afrontar los trabajos. Cada una de ellas con sus pros y contras. Y es que lo de entrar a trapo pegando tiros en un banco puede parecer muy espectacular y directo, pero llamar la atención tan pronto puede suponer que sea imposible salir vivos de la misión.
En este sentido, tendremos q nuestra disposición una potente herramienta llamada Crime.Net desde la que podremos ver que trabajos hay disponibles, su dificultad, jugadores que hay dentro o ser nosotros los que iniciemos un trabajo y marquemos las opciones variables del mismo. En el momento del lanzamiento estarán disponibles una serie de mapas y misiones, siendo algunas de ellas individuales y otras encadenadas. Pero aunque los mapas sean los mismos lo que nunca es igual es la disposición de los puntos importantes, los civiles, guardias de seguridad, su comportamiento, etc. Para que os hagáis una idea, en una misión de robo al banco podemos encontrarnos con que al ir a abrir la puerta de la cámara acorazada esta está electrificada y tenemos que cortar la luz antes de intentar abrirla con el taladro. Algo que no nos había sucedido la vez anterior que jugamos en dicho mapa.
Cuando empecemos una misión normalmente lo haremos primero al descubierto. De esta forma podremos reconocer el terreno de una forma más segura. Aunque hay que ir con cuidado si llevamos chalecos antibalas o armas que abulten, pues podemos llamar la atención de los civiles y los guardias de seguridad. En este modo no podremos realizar ninguna acción especial, ni siquiera forzar una cerradura. Para ello habrá que colocarse la máscara, acción que ya no tiene vuelta atrás. Ahora las opciones serán variadas y de nuestra coordinación con nuestros compañeros dependerá que las cosas salgan mejor o peor.
Imaginad que entramos en un banco desde diferentes puntos, pues uno de nosotros ya ha forzado la entrada trasera e inutilizado las cámaras. Reducimos a los guardias de seguridad y respondemos a sus buscas para que no salte la alarma. Mientras tanto, otros compañeros retienen a los civiles como rehenes y otro activa el taladro para abrir la compuerta de la cámara acorazada. Todo va sobre ruedas, pero en un despiste uno de los civiles llama a la policía. Al principio solo vienen algunas patrullas, nada de lo que preocuparse. Pero según se incremente el nivel de alerta, normalmente según vayamos matando policías, aumentará su presencia y eficacia. A los patrulleros se les unirán los SWAT, agentes del FBI y fuerzas especiales. Cada una de ellas mejor equipadas y armadas, utilizando todo tipo de tácticas para acabar con nosotros.
Cuando un compañero es derribado, tiene unos segundos para ser rescatado por el resto, de lo contrario es detenido y ya solo podrá ser liberado si todavía mantenemos con nosotros algún rehén por el que intercambiarlo. Cada misión suele tener unos objetivos principales, pero en el mapa podremos encontrar muchas cosas que hacer por las que obtener recompensas adicionales, como forzar cajeros automáticos, robar joyas de las estanterías, abrir cajas de seguridad. Todo ello puede aportar un dinero extra pero también aumentará el riesgo de que seamos rodeados y detenidos. Por otro lado, no todo irá sobre robar en comercios o bancos, sino también tendremos enfrentamientos con otros grupos criminales y misiones encadenadas que pondrán a prueba toda nuestra pericia. Es importante destacar que cuando creemos un trabajo, podremos configurar su dificultad y riesgo. Cuanto mayor sean mayores serán las recompensas en experiencia y dinero. Al finalizar cada misión, podremos escoger una carta de regalo con la que desbloquear nuevas partes y colores de máscaras, modificaciones y armas.
La verdad es que la jugabilidad de PayDay 2 es muy endiablada y tiene un gran potencial, ya que aunque mucha gente opta siempre por liarse a tiros, si jugáis con amigos y os coordináis es perfectamente posible terminar un trabajo sin tener que derramar sangre. Aunque claro, habrá misiones en las que sea imposible y más que un robo parezca que nos encontremos en mitad de una guerra. Sea como sea la clave siempre estará en el juego en equipo y en cumplir cada uno con su papel.
PayDay 2 ha logrado mejorar todos los flecos de su antecesor y ofrecer un título muy robusto y de calidad, con una gran jugabilidad y que está preparado para ofrecer una gran rejugabilidad una vez que hayamos jugado en todos los mapas. Además, para que engañarnos, la posibilidad de ser los malos de la película que se escapan con el botín es algo que siempre seduce. Estamos convencidos de que PayDay 2 va a ser un éxito y ya solo queda esperar ver como irá evolucionando según Overkill lance nuevas expansiones de contenidos. Sin duda una gran opción para jugar este verano con nuestros amigos.