El equipo de GoMultiplayer ha tenido la oportunidad de echar un vistazo a Nether, un MMO de supervivencia desarrollador por Phosphor Games Studio ambientado en un mundo post-apocalíptico. Pero no, esta vez la causa de la hecatombe no han sido los zombis, sino los ‘nether’, unos extraños mutantes que no suelen ser invitarnos a café si se cruzan con nosotros. En este artículo vamos a centrarnos en analizar las diferentes características y qué nos ha llamado la atención en nuestros primeros pasos por el juego.
¿Otro MMO de supervivencia más?
Como sabréis, el género de supervivencia está en auge gracias a la popularización de la ‘cultura zombi’, propiciando el desarrollo de juegos como DayZ o el próximo H1Z1. Sin embargo, Nether parece algo más dinámico y territorial, pero al mismo tiempo menos masivo con respecto a ellos. ¿Por qué? A pesar de ser de mundo abierto, el mapa, aunque grande, comenzará a resultarnos familiar cuando hayamos dado unas cuantas vueltas por él. Sabremos qué camino tomar para llegar más rápido a las zonas seguras o por dónde movernos si nos persigue un enemigo (ya sea humano o nether).
Por otro lado, los diferentes servidores y su mapa son controlados por tribus. Pertenecer a una u otra puede significar dominar más o menos terreno, pero siempre aumentará nuestras posibilidades de supervivencia. Sin embargo, por servidor en este momento el máximo de jugadores es 64, sin duda enfocado a que encontrarnos con alguien humano no sea tan fácil, creando así una atmósfera de tensión.
Empezamos a movernos… pero con cuidado
Al crear un personaje al que llamaremos ‘superviviente’, nuestro anónimo avatar se sentiría como carnaza para tiburones si pudiera tener sentimientos. En cuestión de menos de un minuto estaremos andando con un cuchillo de cocina en la mano, listos para aniquilar cualquier cosa que se nos venga encima. Sin embargo, decidimos antes dar una vueltecita por la zona segura, en vez de en el mundo abierto que nos ofrece el menú de entrada.
Por norma general si exploramos un poco encontraremos provisiones, ya sean partes de armas, comestibles o bebidas o incluso ¡dinero! La artesanía del juego es tan sencilla como reunir ingredientes para granjearnos mejor arsenal o equipo de primeros auxilios. Con una culata y un cañón podemos ir a nuestro armero de confianza que utilizará su sabiduría para devolvernos un arma, por rudimentaria y para noobs que sea. ¡Listos!
Vale, tengo un ‘arma’. Dejemos la zona segura
Nether es un juego en primera persona, creado para recrear una sensación de realismo en el jugador. Así que cuidado, quizá no veáis al enemigo hasta que sea demasiado tarde. Todavía no hemos tenido la oportunidad de enfrentarnos a un humano, pero sí a un nether. Deben de haber mutado de diferente forma, ya que algunos te explotan en la cara por alguna razón, otros se teleportan y emergen del suelo, algunos parecen arpías enormes voladoras y los más cariñosos tienen el tamaño de un camión.
Con nuestra arma en mano recorrimos con más miedo que vergüenza las devastadas calles, encontrando a veces útiles que harían a nuestro superviviente aún más poderoso si cabe. Ocultándonos entre la vegetación de la sabana urbana, fuimos de zona segura en zona segura, aprendiendo poco a poco los caminos entre ellas. ¡Incluso abataimos un par de nethers cuando reunimos algo de valor! Eso sí, al no tener punto de mira las armas de fuego pronto vimos peligrar nuestras reservas de munición y echamos mano de nuestro querido y afilado cuchillo de cocina. Lo raro es que funcionaba de lo lindo.
Una vez dominada la jugabilidad decidimos dar paseos cada vez más largos y la sensación de soledad nos invadió. Cuesta acostumbrarse a ver paisajes vacíos que por otro lado nos sumergen en el juego sobremanera, dado el gran detalle que presentan todos ellos. Las hojas de periódicos viejos surcando los aires de vez en cuando nos daban unos buenos sustos. También intentamos utilizar de arma a este simpático enano de jardín pero debía haber algún bug porque no nos dejaba.
Evaluación técnica: gráficos, sonido y rendimiento
Antes de nada, recordar que Nether sigue estando en versión beta aunque se puede disfrutar de acceso anticipado mediante Steam. En el apartado gráfico, Nether es bueno pero quizá algo mejorable con respecto al rendimiento. Como comentamos arriba, el detalle de los escenarios es bastante bueno y realista, pero echamos en falta más naturalidad en los elementos móviles, como la hoja de papel arrastrada por el viento o la hierba alta. Sin embargo, confiamos que los desarrolladores introduzcan futuras actualizaciones para ir puliendo poco a poco esta faceta.
Sobre el audio nada malo que decir, simplemente encontraremos efectos de sonido oportunos que crean la tensión necesaria en el momento necesaria. La ‘mala nota’ se la lleva la puesta en marcha y funcionamiento del juego. Llegamos a tener problemas para acceder por motivos técnicos y con un equipo decente, pero al parecer parte de la creciente comunidad del título ha experimentado algunos de estos fallos. Sin embargo, cabe destacar que hace poco se ha introducido una actualización para solucionar múltiples fallos y por supuesto ahí está siempre el servicio de atención al cliente cuando lo necesitemos.
Si tenéis curiosidad por probar este título, no dudéis en visitar su página oficial para adquirirlo y enfrentaos a la amenaza Nether contra la humanidad.
