Hace ya unas pocas semanas que Chivalry 2 fue lanzado en todo el mundo y en ese tiempo hemos tenido la oportunidad de enfundarnos la armadura de acero, coger nuestra arma favorita y plantarnos en el campo de batalla para… ¡Perder la cabeza! ¡Con muchas risas, eso sí! Así que hoy vamos a compartir nuestras impresiones sobre este alocado título de Torn Banner Studios, que ha sido editado gracias a Tripwire Presents y Deep Silver.
Esta continuación del ya clásico Chivalry: Medieval Warfare pretende ofrecer más y mejor de la fórmula de combate en primera persona en la Edad Media, dejando a un lado el realismo, para ofrecer mayor espectacularidad y, por qué no decirlo, algunas situaciones de lo más hilarantes que os podréis encontrar en una partida competitiva multijugador.
En Chivalry 2 os encontraréis con dos facciones en continuo conflicto. En este sentido no vais a tener que rallaros mucho, la historia es solo una excusa para que os moláis a palos y os trinchéis. Lo podréis hacer en campos de batalla grandes en los que el diseño busca la saturación y concentración de jugadores. Lo hacen combinando zonas de campo abierto con otras que sirven de cuello de botella donde provocar auténticas carnicerías. En total 64 podrán participar como máximo, así que ya os podéis imaginar cómo de loca se puede volver la cosa una vez que empieza la acción.
Según el mapa, uno de los bandos deberá atacar y el otro defender, casi siempre teniendo que completar objetivos para poder seguir avanzando en las diferentes fases de la partida. Vamos, un clásico modo de juego de asalto. Nuestra impresión inicial es que el resultado es bastante divertido, aunque es cierto que, según el mapa y el bando, la cosa puede parecer un poco desequilibrada si el equipo no se coordina bien.
El sistema de combate es relativamente sencillo, pero os recomendamos que juguéis al tutorial antes de meteros en faena, salvo que no os importe morir sin parar. Es muy importante saber trazar las direcciones de los tajos, así como realizar ataques verticales o penetrantes, o usar golpes alternativos como patadas o con el pomo del arma. No solo eso, dominar las esquivas y los bloqueos, para poder llevar a cabo contraataques es imprescindible para derrotar a un rival. Pero claro, todo esto es muy bonito en el entrenamiento.
La cosa cambia cuando estás en el fragor de la batalla, con docenas de otros jugadores combatiendo y empujándose. Y es que no solo tendrás que ir con cuidado con los enemigos, sino también con tus aliados… Con la física de colisiones que tiene el juego, apelotonarse es muy mala idea.
Aunque la cosa no irá solo de armas cuerpo a cuerpo, las cuales podéis arrojar a vuestros enemigos, por cierto. Si no que podréis hacer uso de cualquier cosa que os encontréis por el mapa. Ya sean barriles, cabezas, armas tiradas o incluso piedras. Todo vale con tal de machacar al rival. Y si, arqueros y ballesteros tienen su protagonismo, aunque no os penséis que es una vida fácil la suya. Ya que conseguir acertar al enemigo, sin ensartar a un aliado de por medio, no es tarea sencilla.
En este sentido, Chivalry 2 permite una gran variedad de opciones, con doce clases divididas en cuatro arquetipos, cuatro de ellos disponibles al empezar el juego. El resto se va desbloqueando según vamos progresando y subiendo de nivel. Cada clase cuenta con armas principales y secundarias, donde tendréis numerosas opciones que desbloquear. Además, existen kits y habilidades de apoyo para potenciar vuestra sed de sangre.
Por ejemplo, el arquero puede poner fuego para poder encender sus flechas para que hagan arder a los malos. O por ejemplo, el caballero puede hacer sonar un cuerno para potenciar a los aliados. Cada clase tiene sus ventajas y desventajas, pero al final haceros a una idea, cualquier cosa sirve para romper un cráneo o cortar un cuello.
A parte, podréis personalizar vuestro personaje con multitud de opciones diferentes. No solo eso, podréis tener un personaje con aspecto diferente por cada clase. Así podréis elegir cabeza, pelo, la personalidad de su voz, detalles faciales… Y luego el aspecto de la armadura, el casco, los símbolos heráldicos y las armas. Hay opciones para todos los gustos. Por cierto, que podéis ser hombre o mujer, aunque en este apartado se antoja que las opciones son muy limitadas.
Por el momento, en las partidas que hemos jugado parece que la estabilidad de los servidores es bastante buena. Aunque este es otro juego de esos que como tengas lag, vas a acabar frustradísimo. Sea como sea, la comunidad parece bastante activa y maja. Es realmente épico ver cómo todo el mundo le da a la opción de gritar cuando reaparece en el campo de batalla y cargáis como locos hacia vuestros enemigos.
Aunque Chivalry 2 sacrifique el “realismo” por un tono más arcade y de humor, sangriento, pero humo, la ambientación está muy conseguida. La inmersión en el campo de batalla es completa gracias a los efectos sonoros con los gritos de los combatientes, los golpes de las armas y el entorno, que es un elemento activo más del combate.
Si buscáis pasar un rato divertido con emoción y quemando adrenalina, Chivalry 2 es una opción segura para obtenerlo. Ideal para los que os gusten los juegos medievales de acción y que queráis sentir la épica de estar en una batalla junto a un montón de amigos, pero también con hordas de enemigos a los que hacer frente.
Para más información id a la página web de Chivalry 2.
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