Aquí estamos algo más de un mes después del lanzamiento oficial de Stormblood y con las nubes de tormenta que han tenido tanto a jugadores como al equipo de FFXIV en vilo ya totalmente desvanecidas. Así es, las colas y los problemas iniciales, habituales en un lanzamiento de un título altamente esperado, son ya una pesadilla del pasado. Esto. junto a la implementación la semana pasada de la primera raid en su modo Savage. convierte a este en el momento ideal para tomarnos un descanso de nuestras aventuras como Warrior fo Light y contaros de primera mano nuestra experiencia y cómo hemos visto esta segunda expansión de Final Fantasy XIV.
Superando lo que parecía insuperable: La historia de Stormblood
Según leáis nuestras palabras entenderéis porque empezamos por la trama de esta expansión y es que el equipo de FFXIV había dejado el listón muy alto en Heavensward con la alta carga emocional que habían mantenido desde el primer momento hasta su desenlace. ¿Podría Stormblood superar todo lo vivido hasta ahora? Categóricamente sí. Sin entrar en spoilers, ya desde las primeras escenas viviremos momentos de tensión, donde no podremos evitar emocionarnos, para luego embarcarnos en un viaje lleno de enseñanzas.
Viviremos situaciones crueles y desalentadoras que hoy en día no son tan desconocidas ahí fuera en el mundo real pero a la vez seremos adalides de la esperanza para aquellos que las sufren. Durante esta primera parte de la historia iremos conociendo el trasfondo de cada uno de los protagonistas, y sus cargas personales, de tal forma que entenderemos cada una de sus decisiones a lo largo del viaje. Sobre todo veremos crecer al personaje de Lyse a la que acompañaremos en todo momento siendo su apoyo en esta aventura.
A través de las varias aventuras, los momentos únicos y las conversaciones que tendremos con cada uno de los nuevos amigos que haremos tanto en Gyr Abania como en el lejano continente de Othard el equipo de Final Fantasy XIV logra crear un lazo muy especial entre nosotros y ellos. Lazos que nos harán vivir intensamente cada momento triste o de alegría como casi fueran personas reales. A pesar de la situación en la que nos encontraremos durante nuestra aventura no faltarán los momentos memorables o cómicos que te harán esbozar una sonrisa o directamente reirte a carcajadas.
Después de lo vivido junto a tanto nuevos como viejos amigos, una vez que ves los créditos finales y sabes que esta primera aventura ha terminado, no puedes evitar sentir tristeza por esta despedida temporal y anhelar el próximo encuentro.
Otro de los aspectos que nos gustaría resaltar sobre este apartado es el cómo el equipo de FFXIV nos cuenta esta historia. La forma en la que las escenas se suceden, los cambios de cámara durante las conversaciones o momentos más emocionales nos han recordado a los que suelen usar en una película. Algo que enriquece la experiencia y ayuda a fortalecer y crear ese lazo con cada uno de los personajes que vamos conociendo.
No nos queremos olvidar de los cientos de historias secundarias que nos esperan en cada nuevo lugar que visitamos. Fuera de la trama principal también nos esperan grandes personajes y emotivas historias que merecen nuestra atención. Sobre todo os recomendamos que no tengáis prisa por avanzar y disfrutéis cada momento, cada historia y cada escena que os esperan en vuestro camino como Warrior of Light.
Visitando el Japón feudal: Paisajes y ambientación
La mayoría de los fans de la saga Final Fantasy tenemos en común nuestro amor por todo lo oriental, y nuestro sueño por visitar Japón, así que la expectación creada de ver todo eso dentro del universo de Final Fantasy XIV era grande. Como es de esperar de un estudio de desarrollo afincado en Japón, han plasmado su cultura no sólo a la perfección sino cuidando el mínimo detalle.
La música que acompaña a las zonas de Othard, los diferentes paisajes y la forma de ser, y de actuar, de la gente que allí vive nos recuerda mucho a lo visto en diferentes películas o animes como Rurouni Kenshin. Incluso en Kugane los encargados de mantener la paz será un grupo de Samurais cuyo nombre nos recordará mucho al de Shinsegumi. Aún a pesar de llevar más de un mes paseando por Kugane, en esos momentos de espera por entrar en algún contenido, no te cansas de visitar sus callejuelas y observar detenidamente a tu alrededor siempre encontrando un nuevo y curioso detalle. De noche Kugane se vuelve aún más mágico siendo uno de los lugares más hermosos de Final Fantasy XIV, gracias a toda la vida que le dan sus NPCs y su maravillosa iluminación.
Azim Steppe y Yanxia no se quedan atrás. Yanxia nos lleva a una típica zona rural, con sus plantaciones de arroz, rodeada de montañas donde encontraremos miles de parajes que no podremos evitar pararnos a admirar, al igual que en Azim Steppe. De este último resaltar además la mezcla de culturas e ideologías, la rica historia que hay detrás de ellas y las espectaculares esculturas y construcciones que pueblan su inmensa pradera.
En The Ruby Sea nos llamará la atención desde el primer momento la torre sin fin que nos recuerda a la Torre de Karin de Dragon Ball, una misteriosa construcción de la que aún no se sabe mucho. Este no es el único encanto de este conjunto de islas pobladas por pescadores y piratas ya que, durante nuestras aventuras en esta zona, viajaremos libremente entre la superficie y el profundo oceano, donde sabremos algo más sobre el pasado de Yugiri. Este será también el lugar donde se fortalecerá nuestra relación con nuestros amigos los Kojin y donde afrontaremos nuestro primer Primal de Stormblood.
No nos olvidamos de Gyr Abania que a pesar de ser una zona principalmente rocosa, donde predomina el marrón y escasean las zonas boscosas, también oculta pequeños rincones mágicos. Tanto en The Fringes como The Peaks o The Lochs, si exploramos con detenimiento sus mapas, encontraremos pequeños oasis además de antiguos templos que nos maravillarán. Especialmente en la zona de The Lochs encontraremos muchos de estos rincones mágicos de los que cabe destacar The Royal Menagerie. Un jardín de cuento de hadas que sólo podremos visitar durante la historia principal por lo que os recomendamos aprovechar el breve momento que nos dejan de libertad para recorrerlo con detenimiento.
Rhalgr’s Reach, la homónima de Kugane en Ala Mhigo, es uno de esos lugares que te impactará en tu primera visita, dada su majestuosidad al estar presidida por una enorme estatua que ya pudimos ver en la cinemática de presentación de Stormblood. Como era de esperar de un lugar que históricamente servía de templo y zona de entrenamiento para los Monk, cuando te encuentras en este pequeño asentamiento te embarga un sentir de tranquilidad y paz. Un sentir que muchas veces te lleva a dejar tu personaje flotando en su pequeño lago mientras lo ves mecerse en el agua y escuchas la música ambiental de la zona.
El equipo de Final Fantasy XIV ha hecho un gran trabajo ya que no sólo nos han ofrecido zonas variadas y únicas, ningún mapa nos recordará a nada anterior, sino que se ven tan vivas gracias a todas las pequeñas historias y NPCs que las pueblan. Y por supuesto elogiar el trabajo hecho por Masayoshi Soken y su equipo en cuanto a la ambientación musical, creando piezas que encajan a la perfección con cada zona, momento o situación aumentando la magia de esta historia.
Aún nos queda mucho de lo que hablar y que resaltar de nuestra experiencia en esta segunda expansión de Final Fantasy XIV pero eso ya será en nuestro próximo artículo. Si queréis saber más sobre las mazmorras y raids de Stormblood o sobre los nuevos Jobs y los cambios en los antiguos permaneced atentos a nuestra web.
No os perdáis nuestra entrevista a Naoki Yoshida durante el Stormblood media tour de Hamburgo o nuestras anteriores entrevistas tanto a él como a Masayoshi Soken, director de sonido, sobre Stormblood.